sábado, 16 de agosto de 2014

Deuda de espíritu, Richelle Mead

-Autor: Richelle Mead

-Título originalVampire Academy. Spirit Bound

-Editorial: Alfaguara

-Páginas: 512

-ISBN9788420415796
Dimitri le dio a Rose la posibilidad de elegir, pero ella escogió la opción equivocada. Tras un largo y arduo viaje a la ciudad natal de Dimitri en Siberia, Rose Hathaway regresa por fin a la Academia St. Vladimir. Allí retomará su vida como estudiante y volverá a ver a su mejor amiga, Lissa. La graduación se acerca y las chicas están impacientes por comenzar su vida más allá de las puertas de hierro que cierran la academia. Pero, pesea las nuevas ilusiones, el corazón de Rose todavía sufre por Dimitri; ella sabe que sigue ahí, cerca, en alguna parte. Rose falló la primera vez que tuvo la oportunidad de matarlo y sus peores miedos están a punto de hacerse realidad. Dimitri ha probado su sangre y tratará por todos los medios de dar caza a Rose. No parará hasta que ella se una a él... para siempre.
El final del curso supone también la graduación para Rose y Lissa, una graduación que conlleva que la joven dhampir se convierta por fin en una guardiana. El problema es que, después de haberse metido en todos los líos posibles, Rose está convencida de que no le van a asignar a Lissa como moroi. Y por si fuera poco, tiene planeado entrar en una de las cárceles más peligrosas para llegar hasta Victor Dashkov, aquél que capturó a Lissa para su provecho. Pero solo él puede llevarlas hasta la posible cura para los strigoi, y así traer de vuelta a la vida a Dimitri.

      Opinión Personal      

Si bien Promesa de sangre me dejó un poco fría en cuanto a la resolución de la trama (bastante predecible y facilona), Deuda de espíritu ha conseguido elevar el bajo nivel que había dejado la anterior entrega, ofreciendo giros inesperados en una trama que a estas alturas ya es algo previsible. Veamos: Rose, que en principio tenía como objetivo darle la muerte definitia a Dimitri, ha descubierto que puede volver a convertirlo en dhampir, y por ello se propone un plan descabellado, aunque eso traiga consigo que le prohíban ser la guardiana de Lissa.


Hay algo de lo que no peca esta saga y es de ser incoherente. Nos ponemos en la situación de que se trata de una saga juvenil, y que por lo tanto la mayoría de las cosas le van a salir bien al o a la protagonista. Richelle Mead siempre ha sabido dar argumentos aceptables a las locuras que hace Rose y a cómo se escapa de ellas, pero esta vez, cuando la mete dentro de una prisión y consigue que salga airosa de su propósito, no ha estado muy acertada. Las cien primeras páginas me resultaron muy fantasiosas, no me pegaban mucho con el estilo que tienen estas novelas, pero fue un pequeño bache que se superó cuando Rose regresa a la corte real y empeza la trama central.

En este libro ha habido muchos giros que no me esperaba, no porque pensase que no fuesen a ocurrir sino porque creía que se darían más adelante, y me ha pillado por sorpresa que, en ese sentido, la trama avanzase tan rápido. Es una novela con múchisima acción, tanta que a veces relega a un segundo plano la evolución de los personajes. Ha sido este el único libro de la saga en el que Rose me ha parecido insoportable en ciertos momentos. Es un personaje con mucho temperamento, muy impulsiva pero sensata, y aquí he visto actuaba sin persarlo, luego se arrepentía y volvía a hacer cualquier tontería, no tenía las ideas claras en cuanto a lo que sentía con respecto a sus amigos y a Dimitri... En fin, me ha disgustado la manera en la que se ha maltratado al personaje de Rose, porque me ha dado la sensación de que se habían hiperbolizado esos rasgos tan característicos de ella.



Un personaje que sí que me ha encantando en este libro es Adrian. Me resultaba bastante indiferente en los anteriores libros, y en Deuda de espíritu a mi parecer ha dado un cambio para bien que lo ha hecho más atractivo. Se le da más profundidad y aunque está ahí para crear un triángulo amoroso, no deja de tener su importancia en otros muchos aspectos. En cambio (volvemos a lo mismo), Lissa se ha mantenido en la misma línea, demasiado mojigata y poco echada para adelante. Y Christian... era uno de mis personajes favoritos y lo sigue siendo, pero la autora no se ha detenido demasiado a evaluarlo por separado, todo lo que tenía que ver con él concernía también a Lissa y creo que es un personaje al que se le puede sacar muchísimo más partido.

Dejando de lado los personajes (que buena caña les he metido), tengo que decir a favor de Deuda de espíritu que se trata de un libro en el que están pasando cosas continuamente y cada una más interesante que la anterior, lo que hace que se lea en un suspiro. Sigo pensando que esa parte tan predecible le resta el elemento sopresa, pero no le quita valor a lo que va pasando. Además encuentro todo muy bien ilado, no noto que se hayan añadido cosas por el mero gusto de alargar la saga. Lo que sucede es consecuencia directa de lo que ha pasado antes y se ve que la trama está bien trabajada para que todo encaje.


La novela queda en un punto bastante álgido, deja con las ganas insoportables de leer el siguiente libro, que pinta muy bien y espero que no la pifie con un final facilón. Aunque los personajes han patinado bastante en general, es de lo cinco libros que he leído el que tiene una trama más atrayente y con mejores giros. Veremos que pasa en el último libro...

Veredicto:

Una buena remontada para la saga.

Nota:
Saga 'Vampire Academy':
1. Vampire Academy
2. Sangre azul
3. Bendecida por la sombra
4. Promesa de sangre
5. Deuda de espíritu
6. Last sacrifice 

Páginas:
Web oficial de la saga

1 idea(s) :

Vir dijo...

A mí esta es una saga que me gusta mucho, Rose es de mis personajes favoritos y además me ha sorprendido los derroteros que ha tomado la trama porque es algo que nunca hubiera imaginado en los primeros libros.

A ver qué nos depara el último libro!

Un beso!